Tecnología: una forma de ejercer ciudadanía

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Si te pidiera que mencionaras palabras que te vienen a la mente al hablar de la tecnología, probablemente muchas de ellas tengan una connotación negativa. Hasta cierto punto es normal; vivimos en un mundo en el que la hipervigilancia, los ciberataques y la polarización en redes son una realidad que hacía tiempo solo existían en un futuro distópico de las series de televisión. Nadie lo niega, pero también hay una contraparte menos escabrosa: la tecnología para el bien (Tech for Good), la cual se entiende como la creación de productos tecnológicos que contribuyen a mitigar problemáticas sociales, económicas y ambientales. 

Un ejemplo de creación de este tipo de tecnología fue en los sismos de 2017, cuando el  Mapa de Reconstrucción Escolar permitió a la ciudadanía gestionar el apoyo humanitario, y ayudó a realizar el primer censo de escuelas dañadas. En ese mismo contexto, otro uso de tecnología fue el que le dio la cuenta @juntossismocdmx, la cual permitió difundir y verificar en tiempo real las necesidades de centros de acopios y canalizar la ayuda. 

La tecnología no solo es un medio para conseguir un fin: en el camino, genera miles -incluso millones- de datos que son útiles para entender problemáticas complejas. Cuando estos datos se analizan y procesan, el potencial es aún más grande: tecnologías como el machine learning o los chatbots permiten resolver problemas de forma más eficiente e inteligente. La historia de Norma es un gran ejemplo de ello.

En el 2017, el #DesafíoGoogleOrg invitó a idear y financiar proyectos de innovación social que impactaran positivamente en Latinoamérica. De entre más de 600 instituciones de México y 2 mil 300 de la región, el IMCO ganó con el proyecto Norma: la abogada de las víctimas. En un país en el que 9 de cada 10 víctimas no denuncian los delitos, Norma nació como parte del sueño de un país más seguro y justo. 

Un equipo especializado en temas jurídicos y tecnológicos desarrolló una página web y una plataforma que, a través de mensaje de texto SMS, apoyaría a las personas a denunciar delitos de robo en la Ciudad de México. En un mundo donde todo avanza rápido, Norma, como cualquier otra tecnología, no estuvo inmune ante los propios avances y las regulaciones. Un cambio en la Ley Federal de Telecomunicaciones hizo que lo desarrollado se tuviera que replantear. En ese momento, el IMCO buscó un aliado estratégico que le permitiera a Norma ver la luz, y cumplir su objetivo.

En el Observatorio Nacional Ciudadano encontró ese aliado. En 2021, esta organización tomó las riendas de este proyecto. Uno de los mayores retos en esta nueva etapa fue actualizar esta tecnología a los hábitos de comunicación de los usuarios, quienes abandonaron el SMS y migraron a otras alternativas de comunicación vía aplicaciones en sus teléfonos inteligentes. Con una nueva imagen y con nuevas características, hoy Ella es Norma tiene el potencial de generar un impacto en la atención de las 21.2 millones de víctimas de crímenes que hay en el país cada año

Como vimos, la tecnología no solo es una vía para crear modelos de negocios multimillonarios. La tecnología es también una forma de ejercer ciudadanía. Hoy las personas tienen la oportunidad de asumir un rol activo y utilizarla para contribuir a mitigar problemas como la corrupción, la desinformación, la falta de transparencia, entre otros. Proyectos como Norma permiten propiciar grandes cambios. Apoyemos el desarrollo y uso de tecnologías como esta. 

Publicado en Animal Político.

04-08-2022