Riesgos mundiales

FOTO: GRACIELA LÓPEZ /CUARTOSCURO.COM

Va comenzando el año y el Foro Económico Mundial presentó el Informe de Riesgos Globales 2023. El reporte ubica que la mayor parte de los retos para la humanidad están en materia ambiental, ocurrencia de desastres naturales, adaptación al cambio climático y crisis de recursos naturales. En el corto plazo también hay que enfrentar una crisis en el costo de vida, una erosión y polarización del tejido social.

El costo de vida ha ido en aumento. De acuerdo con especialistas en materia económica, el riesgo de una recesión continúa presente. El fenómeno de la inflación ha ocasionado un alza generalizada en los precios que afecta el poder adquisitivo de los hogares de menores ingresos. Las secuelas de la pandemia del COVID-19 y la guerra en Ucrania han afectado el desempeño económico mundial, desarticulando cadenas de suministro e intensificado la guerra económica. Lo que ocasiona un bajo crecimiento e inversión. Ante este escenario, la relación entre la política fiscal y la política monetaria adquieren mayor importancia.

Para nuestro país este riesgo requiere especial atención. Recientemente se nombró al nuevo integrante de la Junta de Gobierno del Banco de México. Perfil que no estuvo exento de cuestionamientos, ante la necesidad de mantener la autonomía del Banco Central. Por otro lado, durante la actual administración se había hecho un manejo apegado del presupuesto y mantenido los niveles de deuda pública controlados. Sin embargo, para este año, se aprobó la contratación deuda pública de 1.2 billones de pesos. Este techo de financiamiento es el más alto en los últimos 10 años y prende la alerta sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas.

La polarización y erosión del tejido social ha ido ascendiendo en el mundo. La brecha (real o aparente) entre los valores de una sociedad plantean un nuevo reto a la democracia. Las divisiones políticas se traducen en divisiones políticas y sociales. El surgimiento de regímenes híbridos con autócratas favorece plataformas políticas extremas con agendas de corto plazo que dejan a un lado a la población, pero al mismo tiempo se aprovechan de medidas populistas que a la larga generan desconfianza en las instituciones.

Como siempre sucede, los efectos de estas crisis se sentirán de forma más aguda en la población más vulnerable y en los estados más débiles. Si se materializan los riesgos se traduciría en un aumento de la pobreza, el hambre, las protestas violentas, la inestabilidad política e incluso el colapso de los estados.

La previa identificación y previsión de los riesgos son el primer paso para una toma de decisiones estratégica. La resiliencia no surge de la noche a la mañana, se construye con agendas, políticas y acciones que nos ayudan a priorizar nuestros esfuerzos. Los riesgos no se eliminan, pero se pueden prevenir y administrar de mejor forma. Más allá de alarmas y malas noticias, visibilizar los problemas, discutirlos y atenderlos nos coloca en una mejor posición para enfrentar el futuro.

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan la postura institucional.

Publicado en El Sol de México.

23-01-2023