La semana pasada fue una semana intensa para las mujeres. A pesar de la pandemia, las voces de todas retumbaron en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Dado el contexto de pandemia, no todas marchamos el 8 ni pudimos parar el 9. No obstante, días antes vimos una representación hermosa y muy dolorosa para recordar a las que ya no están, así como dejar muy claro lo que necesitamos para mejorar la realidad de las que quedamos.
En mi opinión, el muro de metal alrededor del Palacio Nacional fue una representación visual perfecta de la indiferencia y el desdén que el Gobierno Federal ha mostrado al movimiento feminista. Al clasificarlo como conservador e importado, el presidente Andrés Manuel López Obrador pareciera ignorar la urgencia de construir un México más seguro para las mujeres.
A pesar de que ellas representan el 52% del electorado, el presidente nos ha dado muestras de que su administración se podría calificar como feminista solo para la foto, pero que le falta mucho para generar condiciones de igualdad de género. Como bien dijo Olga Sánchez Cordero en la conferencia matutina del 8 de marzo, México tiene una deuda histórica con las mujeres que tristemente sigue incrementando, aún más con la pandemia. Mi pregunta es: ¿en concreto, que está haciendo esta Administración para ir pagando esa deuda?
Si bien hace falta respuesta en materia de justicia, hoy celebro sentir que cada vez se abren más espacios de reflexión, entre mujeres y hombres, para identificar cómo mejorar las condiciones para ellas.
Desde el ámbito económico, que es donde tengo mayor experiencia, me da gusto el anuncio de varios compromisos que se han hecho en diferentes trincheras. Compromisos que tienen la oportunidad de convertirse en acciones concretas que podrían transformar la vida de muchas mujeres y cambiar indicadores que hoy no nos hacen quedar bien como país.
Uno de ellos, fue la estrategia de crecimiento económico con perspectiva de género que anunciaron la Secretaría de Hacienda, la Secretaría del Trabajo e Inmujeres. En ésta se comprometieron a ocho acciones entre ellas armonizar el sistema de cuidados e incrementar el financiamiento para proyectos encabezados por mujeres. Para que esto se cumpla, queremos ver reglas claras y presupuesto suficiente para que no quede en buenos deseos.
El Senado, por su parte, aprobó de forma unánime reformas a 13 leyes para avanzar en igualdad salarial. Esta iniciativa busca prohibir prácticas como convocatorias laborales para un solo género o preguntar el salario anterior. En los próximos meses queremos ver que la Cámara de Diputados también la apruebe.
El sector privado también estuvo muy activo. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) confirmó su apoyo a la agenda de igualdad y apego a los objetivos de desarrollo sostenible, mientras que la Bolsa Institucional de Valores (Biva) firmó un compromiso por igualdad salarial al que se sumaron diversos inversionistas para apostar por proyectos más responsables. En ese sentido, nos encantará ver que este año más empresas que cotizan en las bolsas reporten la representación de mujeres y las acciones que implementan para incrementar la igualdad como lo pide la circular de emisoras.
Hoy somos cada vez más las personas que queremos ver un cambio en la igualdad de género en todas las dimensiones. Esperemos que la reflexión y los compromisos no solo se queden en marzo, sino que avancen y se traduzcan en indicadores que podamos presumir el próximo año.
Publicado por Expansión
15-03-2021
