- Los congresos planean y ejercen su presupuesto sin criterios de transparencia y eficiencia. Este año, el congreso de Michoacán tiene un presupuesto tres veces mayor al congreso de Chiapas, a pesar de que cuentan con el mismo número de diputados.
- En 2018, 23 congresos locales gastaron mil 233 millones de pesos por encima de lo presupuestado (15% más).
- Persisten las sedesoles legislativas. Los congresos locales le destinaron el 12% de su gasto a ayudas sociales para las cuales no tienen atribuciones legales.
- El IMCO propone que el ejercicio del gasto de los congresos se haga con parámetros claros de actuación, apegados a la legalidad, austeridad y transparencia. Los recursos públicos deben garantizar una atención a las verdaderas prioridades sociales.
En México, los congresos estatales cuestan mucho, gastan más de lo planeado e invaden funciones que no les corresponden. Existe una mala planeación y un manejo discrecional de sus presupuestos, sin criterios de eficiencia y transparencia. En lugar de asignar el gasto público a las verdaderas necesidades de la población, aprovechan la facultad de aprobar presupuestos para ampliarlos y destinarlos a actividades no sustantivas.