Mujeres al frente de las empresas

Vivimos en una época en la que es más común ver a mujeres tomando decisiones en el mundo empresarial. No obstante, México aún enfrenta retos para sumar a más consejeras y directivas.

Prueba de esto se plasma en el estudio Mujeres en las empresas: impulsoras del cambioen el que el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) y el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD) del IPADE Business School miden cuántas mujeres hay en los consejos de administración de 182 empresas que cotizan en las bolsas de valores del país. Esta muestra sirve como una “ventana” para dimensionar qué tan grande es la brecha de género en las empresas privadas con información pública. No hay ninguna sorpresa en los resultados, pero vale la pena analizarlos.

La buena noticia es que cada vez se registra mayor participación de mujeres en los consejos de administración. En 2021, 11% de las personas consejeras eran mujeres, en comparación con 10% y 9% en 2020 y 2019, respectivamente. Aunque con cambios sutiles, la tendencia es ascendente, lo que puede reflejar la importancia que se le ha dado al tema desde hace muchos años.

La mala noticia es que el aumento de consejeras va a paso de tortuga. Si se mantiene la tendencia de crecimiento actual, México logrará consejos de administración paritarios en 2057, cuando países como Islandia prácticamente tiene consejos paritarios (47% de mujeres). Con ello, las empresas pierden la capacidad de contemplar puntos de vista de mujeres en la toma de decisiones estratégicas que permitan mejorar su desempeño financiero, llegar a nuevos mercados e innovar en prácticas dentro y fuera de la organización.

Lo preocupante es que esta tendencia será difícil de revertir sin captar y retener el talento de las mujeres en toda la estructura organizacional, sobre todo los puestos más altos donde las mujeres tienen menor presencia. En 2021, solo 4% de las direcciones generales y 10% de las direcciones financieras estaban encabezadas por mujeres, lo cual es considerablemente menor que el 36% de mujeres en la plantilla laboral total.

Hay que reconocer que 79 de las 182 empresas analizadas incluyeron en sus informes de sustentabilidad acciones para incrementar la igualdad entre mujeres y hombres. Nueve de cada 10 de estas empresas lo hace a través de capacitación continua, por ejemplo cursos de liderazgo para ellas o sensibilización sobre nuevas masculinidades. En contraste, cuatro de cada 10 empresas mencionaron la implementación de políticas de flexibilidad que podrían atender las necesidades de las mujeres por realizar más trabajo no remunerado.

Con estos datos, me pregunto: ¿cómo deciden las empresas qué acciones implementar para la inclusión? ¿Se basan en autodiagnósticos objetivos? ¿Monitorean avances? ¿Tienen mecanismos para identificar cuando una política no es efectiva y reajustar su diseño?

Hay que reconocer que cada vez más empresas se esfuerzan para ofrecer condiciones más equitativas. Sin embargo, este tipo de políticas corporativas serán más efectivas en la medida en la que su diseño responda a un diagnóstico basado en datos, capaz de identificar a profundidad las barreras que detienen a más mujeres para llegar a puestos de toma de decisiones.

¡Queremos ver a más directoras y consejeras! Este deseo será una realidad duradera si se invierte en soluciones para sumar y retener a más mujeres en toda su trayectoria profesional.

Publicado en La-Lista.

21-09-2022