Lentes de género

FOTO: CÉSAR GÓMEZ/CUARTOSCURO.COM

A raíz del Día Internacional de la Mujer, hemos hablado más sobre la profunda desigualdad entre mujeres y hombres que se vive en el país, así como qué se puede hacer para combatirla. En estas conversaciones y debates es frecuente escuchar el concepto “perspectiva de género”, pero qué es y por qué es clave aprovecharlo durante todo el año.

La perspectiva de género se refiere a una forma de pensar en la que se reconocen las diferencias entre mujeres y hombres. Estas diferencias no solo se dan por cuestiones biológicas, sino también por las propias experiencias que vive cada sexo, las cuales están influenciadas por imposiciones sociales. En esta definición es importante considerar que las mujeres somos diversas y, por lo tanto, nuestras experiencias también están determinadas por la edad, la etnia, el estado civil, la presencia de hijos, la orientación sexual, las discapacidades y el estrato social, entre otras características.

En este sentido, la perspectiva de género busca detonar una forma de empatía que, en sentido figurado, funciona como unos lentes para analizar cualquier situación desde la óptica de las mujeres. No es lo mismo lo que vive una profesionista de la Ciudad de México de estrato social alto, que la experiencia de una mujer con alguna discapacidad que vive en una zona rural.

Las estadísticas confirman esta percepción. En el mercado laboral, por ejemplo, 43% de las mujeres de 15 años o más tiene o busca un trabajo remunerado, pero esta cifra desciende a 28% para mujeres con alguna discapacidad. Esta brecha también existe para los hombres con alguna discapacidad (53% contra 75% para el total de los hombres), pero para ellas el panorama es más complicado por ser mujeres y por su discapacidad.

Aunque cada vez hay más datos disponibles que cuantifican brechas y que las voces de las mujeres son más fuertes, en México todavía hay quienes creen que la desigualdad de género no existe. Para ser exacta, uno de cada cinco mexicanos lo cree, según una encuesta reciente de Ipsos y King’s College. ¿Por qué preocupa?

Según Marcela Lagarde, representante del feminismo latinoamericano, para trabajar a favor de la igualdad se necesita tener conciencia de la desigualdad: entender en qué consiste, cómo se manifiesta y por qué persiste. Coincido con ella, por eso es importante generar cada vez más datos y análisis con perspectiva de género que la hagan evidente. Para esto no basta con separar las estadísticas entre hombres y mujeres; hay que cuestionar qué dinámicas podrían influir y analizar lo que sucede desde esa perspectiva.

Lo mismo aplica a nivel personal. La perspectiva de género es una invitación a que cualquier persona cuestione y reflexione con el fin de romper sesgos. ¿Qué piensas cuando escuchas de un caso de acoso? ¿Qué haces cuando ves que un jefe le grita a una colega? ¿Qué dices cuándo una colega que tiene hijos sale temprano de trabajar? ¿Has medido las brechas de género al interior de tu empresa? Estas y muchas otras preguntas pueden guiar ese proceso, el primer paso es reconocer que las desigualdad de género existe y que todas y todos podríamos empezar el cambio.

Y tú ¿usas los lentes de género?

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad de la autora y no representan la postura institucional.

Publicado en Expansión.

14-03-2022