Una investigación recientemente publicada por National Geographic concluyó que la persona más típica en el mundo es un varón que escribe con la mano derecha, gana menos de 12,000 dólares al año y tiene teléfono celular.
Este hombre típico es chino y pertenece al grupo étnico más común: el han.
Nueve millones de personas concuerdan con esa descripción. Si le da curiosidad conocer su aspecto probable, la investigación incluye una foto generada a partir de los rasgos promedio de un grupo de 190,000 varones de 28 años de ese grupo étnico.
Al contrario de lo que pasa en el resto del mundo, el mexicano típico es una mexicana. En México hay ligeramente más mujeres que hombres: 57.5 millones de mujeres contra 54.5 millones de hombres.
De acuerdo con las cifras emitidas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la población en México creció durante la última década a una tasa anual de 1.25%: la menor desde 1921.
El Censo de Población y Vivienda 2010 reporta que México es el onceavo país más poblado del mundo con poco más de 112 millones 336,000 habitantes.
Aunque la edad promedio en México es dos años menor que el resto del mundo, estamos empezando a envejecer. En 1990, la edad promedio en México era de 19 y 22 años en el 2000.
Con ello se está reduciendo la base de la pirámide poblacional, mientras que se ensancha la punta, es decir, crece el grupo de 30 a 60 años, entretanto, se reduce el grupo de los menores de 15 años.
A medida que la población se hace cada vez más urbana y educada, crece el costo de tener hijos en términos de las oportunidades de las mujeres para trabajar y estudiar más.
No obstante, las mujeres mexicanas tienen dos hijos, tal decisión cambia con el grado de escolaridad.
Las mujeres con educación superior tienen en promedio sólo 1.1 hijos, mientras que las mujeres sin escolaridad tienen en promedio 3.5 hijos.
Madres con mayor educación no sólo pueden ofrecerles más a sus hijos, tanto en términos materiales como en términos de mejor salud y otros aspectos fundamentales para una vida mejor.
Madres más educadas están en mejor posición para apoyar a sus hijos y orientarlos a que permanezcan más tiempo en la escuela, también de heredarles mejores oportunidades. En México, hombres y mujeres ganan 10% más por cada año adicional de escolaridad.