Bachillerato, el escalón frágil de la educación

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Uno de los principales retos que enfrenta México en materia educativa es el abandono escolar, particularmente para la educación media superior o bachillerato. En la escalera educativa –en donde más alto se llegue, mejores oportunidades hay– este es el escalón más frágil y que pone en mayor riesgo el futuro laboral de los jóvenes.

Además de ser una escalera, la educación media superior funge como un puente. Aquellos jóvenes que concluyen bachillerato son más proclives a estudiar una licenciatura y, consecuentemente, conseguir un empleo en la formalidad que será mejor pagado. Sin embargo, el bachillerato es el nivel educativo con la tasa de abandono más alta, muy por encima de la educación primaria y secundaria.

De acuerdo con la SEP, para el ciclo 2021-2022 el abandono escolar para educación media superior alcanzó 9.2%, mientras que para educación primaria y secundaria fue de 0.4% y 2.5% respectivamente. Según datos oficiales, es posible observar una recuperación inclusive por debajo de niveles pre pandemia, en la que medio millón de estudiantes dejaron el bachillerato por problemas económicos o para generar un ingreso para su hogar. La interrupción en el desarrollo de sus habilidades interrumpe y pone en jaque su entrada exitosa al mercado laboral.

Son muchos los factores sociales que pueden que pueden influir en la decisión de los jóvenes para dejar de estudiar. Los bachilleres de entre 15 y 19 años, enfrentan un entorno de violencia, riesgo de drogadicción y embarazo temprano, la necesidad de generar ingresos propios o incluso la falta de apoyo familiar.

A esta mezcla de desafíos se suma un incremento acelerado en el costo de las colegiaturas y los materiales educativos. En agosto de 2022, la inflación para educación fue significativa; en comparación con 2019, los materiales escolares aumentaron 20.4%, los libros de texto 12.9% y las colegiaturas 9.1%. Esta última fue particularmente elevada para bachilleratos, que tuvieron un aumento de de colegiaturas de 10.3%. Esto implica que muchos  jóvenes se ven obligados a buscar educación pública, o simplemente a abandonar sus estudios.

Hay que reconocer que solo el 10% de los estudiantes de México acuden a escuelas privadas. Llama la atención que la matrícula en este sistema cayó 21.3% entre el ciclo 2019-2020 y 2021-2022, pero estos estudiantes no han sido absorbidos por el sistema público. De hecho, la cantidad de bachilleres inscritos en escuelas públicas también cayó 2% en el mismo periodo. ¿Hay alguna estrategia para regresar a estos jóvenes a las aulas?

El bachillerato es el trampolín para saltar a la educación superior y, consecuentemente, hacia una mejor perspectiva laboral: quien termina una licenciatura puede tener un sueldo hasta 78% mayor y tres veces más oportunidades de crecimiento. El sistema de educación media superior no solo debe responder adecuadamente a las demandas del mercado laboral, sino fomentar la permanencia escolar de los bachilleres. La implementación de esquemas y ofertas curriculares flexibles puede ayudar a que los jóvenes busquen continuar sus estudios. De ello depende el desarrollo del capital humano y, por ende, las posibilidades de un México más competitivo.

Publicado en Animal Político.

13-10-2022