El alza de precios afecta más a quienes menos tienen

FOTO: ANDREA MURCIA /CUARTOSCURO.COM

Por: Diana Hernández, investigadora de Economía

Los cambios en los precios de los productos que consumimos a diario nos afectan a todos los mexicanos, pero no de la misma manera. Cada hogar gasta su dinero de forma distinta, dependiendo de las necesidades que tiene y puede cubrir. Sin embargo, los recientes  incrementos en precios han afectado más a quienes menos tienen. Bienes de consumo diario como cereales, verduras, frutas y servicios básicos, se han encarecido por igual. La diferencia yace en la proporción del gasto que destinan a ellos los hogares de bajos y altos ingresos. 

En México, los hogares más pobres, que perciben alrededor de $3 mil pesos mensuales, tienen apenas lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas. Con este nivel de ingresos no es posible destinar mucho más dinero a otros rubros, por lo que 6 de cada 10 pesos que ganan se destinan a la alimentación, la vivienda y el transporte. Por otro lado, los hogares con mayor poder adquisitivo, cuyo ingreso mensual promedio supera los $54 mil pesos, tienen recursos suficientes para consumir más que solo bienes básicos, y destinan una mayor cantidad de recursos a vehículos, educación, actividades turísticas y cuidado personal. 

Estas diferencias en los hábitos de consumo hacen que las categorías de productos que más han subido de precio tengan, proporcionalmente, un menor impacto en el gasto de los hogares de mayores ingresos. En otras palabras, pueden comprar la misma cantidad de alimentos si destinan sólo una fracción ligeramente mayor de su dinero a ello. 

Aquello que los hogares compran o pagan puede representarse a través de una canasta de consumo, que no solo enlista los bienes y servicios, sino el peso que tienen dentro del gasto total de cada estrato socioeconómico. 

Al hacerlo para la totalidad de hogares del país, divididos por deciles, el IMCO encontró en su más reciente análisis que aquellos con más bajos recursos enfrentaron una inflación de 8.74% durante el último año, mientras que para los hogares con los mayores ingresos, el incremento en el nivel de precios fue de 7.48%. 

Aún más, observó que el grupo de hogares con menores ingresos destina poco más de una cuarta parte (26%) de ellos a la compra de cereales, carne y verduras, los cuales registraron un incremento anual de precios de 14.4%, 13.7% y 13.1% respectivamente. En el otro extremo, los hogares más ricos destinan solo una décima parte (10%) de su gasto a la compra de los mismos productos. 

Los artículos con alta inflación anual en abril de 2022 fueron los aceites y grasas (35.77%), las frutas (18.96%) y la leche y sus derivados (11.76%), los cuales son consumidos por hogares de todos los niveles de ingreso, puesto que forman parte de una dieta diaria. Sin embargo, otros tipos de servicios que tuvieron una menor inflación, como la educación (3.7%), los servicios para autos (7.06%) y las comunicaciones (-2.67%), son consumidos en menor cantidad (o de forma casi nula) por hogares de bajos ingresos, ya que sus recursos frecuentemente son insuficientes para acceder a ellos. 

La evidencia muestra que la inflación histórica que se ha observado a lo largo de 2022 (la más alta en más de 20 años) contribuye a reducir aún más el poder adquisitivo de los hogares más vulnerables del país, a quienes se les debería garantizar en mayor medida el acceso a alimentos y servicios básicos. En el contexto de una recuperación económica, este fenómeno subraya la necesidad de políticas públicas tales como el fortalecimiento de la competencia y el aumento de la oferta de bienes con alta inflación para cerrar las brechas socioeconómicas a lo largo y ancho del país.

Publicado en Animal Político.

12-05-2022