Los jóvenes sin preparación son más vulnerables en el mercado laboral

  • 66 de cada 100 jóvenes que terminan la preparatoria empiezan a estudiar una carrera, la cual aumenta sus probabilidades de acceder a empleos mejor pagados y alcanzar puestos de mayor jerarquía. 
  • Siete de cada 10 jóvenes de 15 a 24 años trabajan en la informalidad, por lo que carecen de acceso a seguridad social y al cumplimiento de sus derechos laborales. Esto implica una situación laboral incierta y vulnerable.
  • Al cierre del cuarto trimestre de 2021, los empleos de los jóvenes con mayor nivel de estudios ya se había recuperado frente al nivel prepandemia, a diferencia de aquellos con un menor nivel educativo.

Cada vez hay más jóvenes que concluyen el bachillerato y estudian una carrera. En 2019, 1.4 millones de jóvenes se graduaron del bachillerato, cifra 1.6 veces mayor que hace una década. De esos graduados, dos de cada tres iniciaron una licenciatura o una carrera técnica. Sin embargo, 33% de la población en edad de estudiar una carrera decide no hacerlo y comienza a trabajar sin estudios superiores en un mercado laboral cada día más exigente y complicado. Es por ello que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) realizó un análisis del mercado del trabajo de los jóvenes.

Los jóvenes con bachillerato y licenciatura ganan 14% más que aquellos que solo concluyen la secundaria, incluso desde el inicio de la vida laboral. Esto se debe a que la educación, en especial estudiar una carrera, es una de las mejores formas para desarrollar habilidades y capacidades que permiten alcanzar empleos mejor pagados, con seguridad social y prestaciones, y mayores expectativas de crecimiento en el futuro. 

Durante la pandemia, la generación de trabajadores más jóvenes y la población con un empleo informal fueron las más afectadas. Sin embargo, al cuarto trimestre de 2021, solo aquellos con estudios de preparatoria y universidad han logrado recuperarse, e incluso superar el nivel de empleo observado antes de la pandemia.

Aunque cada vez hay más jóvenes con estudios de educación media superior y superior, las condiciones laborales a las que se enfrentan las personas en este rango de edad implican menor certeza e ingresos debido a los siguientes factores

  • Altas tasas de informalidad. La informalidad en personas jóvenes es más profunda en quienes no tienen estudios superiores: mientras que 68% de los jóvenes de 15 a 24 años están en informalidad, esta cifra es de 64% en jóvenes con preparatoria, y sólo 55% de los que cuentan con carrera profesional tienen empleo informal. La informalidad observada en los jóvenes de esas edades es 12 puntos porcentuales superior a la observada a nivel nacional (56%). Esto es preocupante, ya que son empleos que carecen de acceso a seguridad social y no tienen garantía del cumplimiento de sus derechos laborales.
  • Bajos ingresos. Durante el cuarto trimestre del 2021, los jóvenes reportaron ingresos promedio por 5 mil 695 pesos. Sin embargo, aquellos que accedieron a un empleo formal ganaron 7 mil 321 pesos mensuales, cifra 1.5 veces mayor que la reportada por aquellos que estaban en la informalidad (4 mil 847 pesos). 
  • Mayor dificultad para encontrar empleo. La proporción de personas de 15 a 24 años que buscan activamente un empleo y no lo encuentran (7.2%) es dos veces mayor que la que presenta el grupo de 25 a 44 años (3.5%) y tres veces mayor que la del grupo de 45 a 64 años (2.4%).
  • Incluso cuando tienen trabajo, suele ser insuficiente. Tres de cada 10 jóvenes de 15 a 24 años disponibles para trabajar, no trabajaron, trabajaron poco o estuvieron desmotivados para buscar empleo. 

Estudiar el bachillerato y, aún más, una carrera eleva la probabilidad de que los jóvenes accedan a mejores empleos en el futuro, con mayor formalidad y mayores ingresos. Para que las y los jóvenes tengan mayores oportunidades en el mercado laboral, el IMCO Propone: 

  • Continuar con estudios de educación media superior y superior. Esto implica implementar acciones como campañas de información y programas flexibles de educación para que las y los estudiantes que dejaron sus estudios durante la pandemia continúen su preparación. 
  • Aprovechar ComparaCarreras.org, una herramienta pública con datos sobre los costos y beneficios de diferentes carreras, para tomar una decisión más informada sobre qué estudiar.
  • Impulsar un mayor vínculo entre el sector privado y el académico, para que las instituciones de educación media superior y superior tengan programas de estudios alineados con las necesidades de los sectores económicos predominantes de su región.
  • Fomentar la vinculación entre futuros profesionistas jóvenes y empresas, por ejemplo, a través de programas de prácticas profesionales.