Sin competitividad no se impulsa la calidad de servicios públicos, infraestructura y productividad para mejorar el bienestar. Procurar las condiciones para que el talento se desarrolle, entendido como el capital humano calificado de un país, estado, región o ciudad, no sólo propicia un mayor desarrollo económico y social, sino que busca un mayor desarrollo desde distintas ópticas. En nuestro país hay grandes áreas de oportunidad en ese sentido. Para la formación de talento, la educación es la pieza fundamental, ya que establece los conocimientos, aptitudes y habilidades de las personas.
En el contexto de la pandemia, los problemas en materia educativa, como las brechas en años de estudio, se agravaron. Por ejemplo, en promedio una persona en la Ciudad de México estudia 11 años, equivalente al segundo año de preparatoria, mientras que en Chiapas estudia 7.4 años, es decir, posee conocimientos de secundaria incompleta. Aunado a ello, surgieron nuevos problemas como la cobertura, el aprendizaje, las clases en línea y la evaluación de la política educativa en términos generales.
La ciudad es la primera línea de respuesta a los problemas públicos. De acuerdo con el Índice de Competitividad Urbana (ICU) 2021 del IMCO, la cobertura educativa se redujo en promedio en todas las ciudades sin importar su tamaño de población. Si bien no se ha logrado superar la cobertura promedio de 82%, la pandemia provocó una caída por debajo del 76 por ciento.
El acceso a la educación en las ciudades se redujo visiblemente. La inscripción escolar presentó una caída de 3.8% en las ciudades de más de un millón de habitantes de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación Pública, es decir 374,966 niñas y niños menos en comparación con 2019. Aunque en las ciudades de menos de 250,000 habitantes la caída fue menor, representó 2% menos estudiantes.
En cuanto a las afectaciones a los aprendizajes, hoy no existen datos oficiales. Las pruebas Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea) se suspendieron en 2020 y se desconoce la siguiente fecha de aplicación. Por perfectible que fuera, de continuar su aplicación esta prueba permitiría conocer los efectos que la pandemia tuvo en las habilidades de los estudiantes, y sus capacidades para realizar cálculos matemáticos o leer textos, comprenderlos, y distinguir entre hechos y opiniones. Conocer la calidad del talento en las ciudades mexicanas es indispensable para diseñar mejores políticas educativas.
Los siguientes pasos que las ciudades mexicanas deberán impulsar para convertirse en motores de talento son la implementación de evaluaciones periódicas de los aprendizajes y ajustar los planes de estudio de acuerdo con las características y vocación de cada ciudad y de su mercado laboral.
El ICU 2021 muestra cuáles son las ciudades con ciertas vocaciones o ventajas para ser atractivas al talento. Ciudades como Toluca, Tepic y los Mochis son zonas urbanas con un porcentaje alto de personas de 25 años o más con educación técnica o superior, mientras que la Zona Metropolitana de Monterrey sobresale en los temas laborales, y el Valle de México y Querétaro en temas de innovación y tecnología.
Las ciudades son el espacio idóneo para lograr la máxima coordinación y efectividad de las políticas públicas. En las ciudades confluyen todos los ámbitos de gobierno y las facultades concurrentes en materia educativa. Para tener ciudades más prósperas e incluyentes, necesitamos planeación y coordinación entre los gobiernos que generen, atraigan y retengan al talento.
Publicado en El Economista.
22-12-2021
